
RESUMEN POR CAPÍTULOS.
Un viaje hacia el futuro.
CAPÍTULO I
En este primer capítulo, Titulado ¿Algo raro.. Les está pasando a mis Papis?. Taty, una niña curiosa y sensible, comienza a percibir que algo ha cambiado en su hogar. Su papá, Ernesto, que antes solía ser cariñoso y siempre dispuesto a jugar con ella, ahora parece distante, preocupado, y rara vez sonríe como antes. Su mamá, María, también ha cambiado; se muestra más callada, reservada, y parece siempre estar pensando en algo. Taty, no entiende completamente lo que está ocurriendo, empieza a sentir que sus padres le ocultan algo importante. Por su mente infantil, comienza a preguntarse si ella tiene algo que ver con la situación, lo que la llena de confusión y preocupación. Aunque nadie le dice nada a Taty, en su casa han cambiado radicalmente, y esa tensión silenciosa la afecta profundamente. Extraña los momentos en que todo parecía perfecto, cuando su familia estaba unida y feliz. Ahora, aunque este con sus padres, hay una distancia emocional que no puede comprender, y le sigue afectando dia a dia.

CAPÍTULO II
En este segundo capitulo, titulado "llegamos a la laguna", Taty y su familia se embarcan en un viaje a una laguna, con la esperanza de encontrar tranquilidad, pero las tensiones familiares no desaparecen, sigue igual. Aunque el ambiente es hermoso, con el agua cristalina y aves volando libremente, Taty nota que sus padres, Ernesto y María, siguen distantes, y esto le sigue afectando profundamente, ya que esperaba que el viaje ayudara a mejorar la situación en casa.
A medida que explora la laguna, Taty intenta disfrutar del lugar, pero sus pensamientos vuelven constantemente a la relación de sus padres. Se siente atrapada entre la belleza del paisaje y la incomodidad de la tensión familiar. Las aves que vuelan sobre la laguna capturan su atención, despertando en ella un deseo de libertad. Para Taty, volar se convierte en un símbolo de escape, de poder alejarse de los problemas que no comprende del todo y de encontrar una forma de sentirse ligera, libre de preocupaciones.

CAPÍTULO III
En este tercer capitulo, "En mi casa: no me entienden". Taty regresa a casa después del viaje a la laguna, pero el malestar que siente no desaparece. Al contrario, se da cuenta de que sus padres, Ernesto y María, siguen sin entenderla. Ella intenta hablarles, expresar lo que siente, pero cada vez que lo hace, se encuentra con paredes: sus padres están tan enfrascados en sus propios problemas que no le prestan atención. Taty empieza a sentir que, aunque esté en su propia casa, es como si no tuviera un lugar ahí.
Cada intento de comunicación que hace termina en malentendidos, y eso la deja cada vez más frustrada y sola. Sus padres no ven cómo todo esto la afecta. No se dan cuenta de que, al estar tan enfocados en sus propios conflictos, la están alejando.
Poco a poco, Taty empieza a distanciarse emocionalmente de ellos, refugiándose en su propio mundo. Sueña con la libertad, con la idea de volar lejos, porque es la única forma que imagina de escapar de ese sentimiento de incomprensión. Taty siente que, aunque esté rodeada de su familia, en realidad está sola. se refugia en esta frase "No me entienden" esto refleja exactamente cómo se siente, perdida en medio de los conflictos de sus padres invisible, buscando desesperadamente que alguien la escuche.

CAPÍTULO IV
En el cuarto capítulo, titulado "La escuela... ¡sí que me aburre!", Tefy está pasando por una fase de gran aburrimiento y desinterés en la escuela, se siente desconectada de las materias, especialmente de los temas que incluyen a autores y presidentes ecuatorianos, como Jorge Icaza, Eugenio Espejo, Antonio Borrero y Gabriel García Moreno. Aunque estos nombres son importantes históricamente, para Tefy, en el modo que se lo presenta la maestra en clase no logra despertar su interés.
Por otro lado, Tefy enfrenta una situación complicada en casa. Sus padres han cambiado y se muestran más distantes y preocupados, lo que ella no entiende del todo. Este cambio en su entorno familiar intensifica su desánimo y desconcierto, sumando una capa extra de estrés a su vida diaria.
A pesar de su frustración en la escuela y los problemas en casa, Tefy encuentra esperanza en la figura del "viejo luchador". Este personaje simboliza la perseverancia y la lucha, enseñándole a Tefy la importancia del esfuerzo y la resistencia frente a los desafíos. Por último, el tiempo que pasa con sus amigos en la escuela le ofrece momentos de diversión y alivio, aunque sigue encontrando la escuela aburrida, las interacciones con sus amigos le proporcionan un respiro y mejora su estado de ánimo.

CAPÍTULO V
En el quinto capítulo, titulado estos niños "indigos" Tefy descubre la idea de los "niños 'índigos'", un grupo especial con habilidades únicas y un propósito transformador. A través de una conversación con su mentor, Tefy se entera de que podría ser parte de esta generación que tiene el poder de cambiar el orden del universo. Esta revelación le proporciona un nuevo sentido de propósito y esperanza, cambiando su perspectiva sobre su vida y sus problemas actuales que vive diariamente en su casa. Aunque Tefy, sigue sintiendo que la escuela no conecta con sus verdaderos intereses, la idea de ser una niña 'índiga' le da una visión positiva y la motiva a enfrentar sus desafíos con renovada energía.
Además, este descubrimiento ayuda a Tefy a ver su aburrimiento en la escuela y las tensiones en casa bajo una luz diferente. En lugar de sentirse atrapada por las limitaciones de su entorno, tanto familiar como escolar, ahora cree que tiene el potencial para influir en un cambio significativo. Por último este enfoque le ofrece a Tefy, un sentido de empoderamiento y la impulsa a seguir adelante con la confianza de que su contribución puede ser parte de algo con mucho más desafíos, pero con una perspectiva más positiva y optimista.

CAPÍTULO VI
En el sexto capítulo, titulado "Seamos emprendedores, viajemos a San Antonio de Ibarra", Tefy y sus amigos deciden aventurarse a San Antonio de Ibarra con la idea de explorar el emprendimiento. Este pueblo, conocido por su tradición en la talla de madera, se convierte en el escenario ideal para que Tefy y sus amigos descubran cómo convertir sus ideas en realidad. Al interactuar con los artesanos locales, aprenden no solo sobre el arte de la talla, sino también sobre el esfuerzo y la creatividad necesarios para emprender un proyecto exitoso.
Durante su visita, Tefy se sumerge en la vida del pueblo y observa de cerca el proceso de creación artesanal. Esta experiencia les brinda a ella y a sus amigos una nueva perspectiva sobre el emprendimiento y les muestra que transformar una idea en un proyecto es posible cuando se hace con pasión y dedicación. Motivados por lo que han visto y aprendido, regresan a casa con una energía positiva y un sentido claro de dirección. El viaje no solo les proporciona conocimientos prácticos, sino que también les inspira a seguir adelante con sus propios sueños y proyectos.
Mientras Tefy está inmersa en esta experiencia enriquecedora, las preocupaciones sobre la situación en casa con sus padres no desaparecen por completo. Aunque el viaje le ofrece una válvula de escape y un impulso para sus aspiraciones, Tefy sigue sintiendo la tensión y la preocupación por la distancia emocional que ha surgido en su hogar. La experiencia en San Antonio de Ibarra le da una nueva perspectiva y motivación, pero los problemas en casa permanecen como un desafío constante en su vida.

CAPÍTULO VII
En el séptimo capítulo, titulado seamos oportunos, vamonos a Ambato, Tefy y Sebastián deciden hacer un viaje a Ambato con la esperanza de descubrir nuevas oportunidades y aprender más sobre cómo avanzar en sus futuros proyectos. Así mientras ellos están en la ciudad, tuvieron la suerte de conocer al doctor Aliro, un profesional con mucha experiencia que se convierte en su guia. El doctor Aliro les ofrece consejos valiosos sobre cómo ser oportunos y estar preparados para aprovechar las oportunidades que la vida les ofrece.
Durante su tiempo con el doctor Aliro, Tefy y Sebastián aprenden sobre la importancia de la puntualidad, la planificación y tomar decisiones. El doctor Aliro les muestra cómo estos factores pueden influir significativamente en el éxito de sus metas. Por otro lado, la interacción con él, les proporciona una nueva perspectiva sobre cómo gestionar sus oportunidades y enfrentarse a sus desafíos con una actitud proactiva.
Por último, al regresar de su viaje a Ambato, Tefy y Sebastián se sienten motivados, por la enseñanzas que el doctor Aliro les ha dado, Sebastian y Tefy quedan con una visión más clara sobre cómo actuar con decisión y eficacia en sus propios proyectos. Y estan listos para aplicar lo que han aprendido y enfrentar sus objetivos con una mayor confianza y preparación.

CAPÍTULO VIII
En el capítulo titulado "Visitemos Guayaquil, y de una nos pasamos a Montecristi", Tefy y Sebastián emprenden un viaje a Guayaquil y luego se dirigen a Montecristi, buscando nuevas oportunidades de aprendizaje y crecimiento personal. Durante su estancia en Guayaquil, vuelven a encontrarse con el doctor Aliro, quien les ofrece una valiosa lección sobre una de las virtudes más importantes: la integridad de cumplir con la palabra dada. Esta enseñanza impacta profundamente en Tefy y Sebastián, llevándolos a reflexionar sobre cómo esta virtud puede influir en su vida y sus metas.
En Montecristi, Tefy y Sebastián se encuentran con el viejo luchador, una figura emblemática conocida por su dedicación y perseverancia. Las historias del viejo luchador sirven como fuente de inspiración, mostrando la importancia de la determinación y el esfuerzo continuo. Estos encuentros y aprendizajes ayudan a Tefy y Sebastián a reforzar su compromiso con sus propios sueños, aprendiendo que la verdadera fuerza reside en mantenerse firmes y constantes frente a los desafíos.
Además, Tefy en base a todo lo que ha vivido hace una reflexión personal sobre cómo puede "aprender a volar", entendiendo que volar simboliza alcanzar sus objetivos y superar sus obstáculos. A través de las enseñanzas del doctor Aliro y las experiencias en Montecristi, Tefy comprende que el verdadero vuelo requiere no solo grandes sueños, sino también actuar con integridad y perseverancia. Esta experiencia les proporciona a ambos una nueva perspectiva y motivación para avanzar con confianza en sus propios proyectos y aspiraciones y a nunca rendirse.

CAPÍTULO IX
En el noveno capítulo, titulado ¡Qué plenote sería subirse en ese pájaro de plomo y llegar a Venezuela!. Tefy y Sebastián se embarcan en un emocionante viaje desde Quito a Caracas, gracias a la influencia y el apoyo del doctor Aliro.
Al llegar a Caracas, Tefy y Sebastián visitan la Casa de Bolívar, un lugar histórico de gran importancia. Este museo está dedicado a Simón Bolívar, el líder clave en la independencia de varios países sudamericanos. La casa, que fue el hogar de Bolívar durante su vida, ofrece una visión profunda sobre su vida, sus ideales y sus logros. La visita les permite a Tefy y Sebastián explorar objetos personales, documentos históricos y exposiciones que ilustran el impacto de Bolívar en la liberación de América Latina.
A través de este viaje, Tefy y Sebastián no solo aprenden sobre la historia de Bolívar, sino que también reflexionan sobre el significado de su legado. La experiencia en Caracas les ofrece una perspectiva valiosa sobre el papel de Bolívar como líder visionario y les inspira a pensar en cómo pueden aplicar esos principios de valentía y dedicación en sus propias vidas y proyectos. La conexión con la historia de Bolivar, les da una nueva motivación para perseguir sus sueños con mayor determinación dedicación y entusiasmo.

CAPÍTULO X - FINAL.
En el capítulo final de "Quiero aprender a volar", Titulado regresémonos a Quito, donde " el Duende Espejo". Tefy, Sebastián y el doctor Aliro regresan a Quito después de su enriquecedor viaje. A su llegada, se encuentran con un enigmático personaje conocido como "el duende Espejo", quien les comparte una reflexión profunda: "Los días felices nunca son perdidos". Esta frase resuena con Tefy y Sebastián, recordándoles la importancia de valorar cada momento de alegría y aprendizaje.
De vuelta en Quito, el grupo se sumerge en la búsqueda del prócer de la independencia Eugenio Espejo, una figura importante en la historia ecuatoriana. Su búsqueda se convierte en una aventura en sí misma, ya que descubren que hay información contradictoria sobre su ubicación y legado. A pesar de los desafíos y las pistas erráticas, Tefy, Sebastián y el doctor Aliro se mantienen enfocados y motivados. La búsqueda no solo les ofrece una oportunidad para profundizar en la historia de su país, sino también para reflexionar sobre su propio viaje y crecimiento personal.
A lo largo de esta investigación, Tefy continúa buscando respuestas y conectando los puntos entre lo que ha aprendido en sus viajes y su propia vida. El capítulo concluye con una sensación de satisfacción y reflexión, ya que los días felices y las experiencias compartidas durante el viaje han dejado una marca duradera en Tefy y Sebastián. Han aprendido que, aunque la búsqueda puede ser incierta y llena de desafíos, el valor está en el aprendizaje y la satisfacción de cada momento vivido.
